lunes, octubre 30, 2006

Primer Congreso de Poesía Peruana (1980-2006)

Entre el martes 21 de noviembre y el viernes 24 de ese mes se realizará en Madrid el Primer Congreso de Poesía Peruana (1980-2006) y Homenaje Internacional a Carlos Germán Belli, organizado por la Universidad Complutense de Madrid, la Asociación Cultural La Mirada Malva, la Asociación Internacional de Peruanistas y la Embajada del Perú en España.
En el congreso participarán Carlos López Degregori, Roger Santiváñez, José Antonio Mazzotti, Cecilia Podestá, Victoria Guerrero, Paolo de Lima, Rubén Quiroz, Félix Grande y, naturalmente, Carlos Germán Belli, que será el encargado de las palabras iniciales y de despedida.
El cronograma completo aparece en el primer comentario de este post.

sábado, octubre 28, 2006

La piel de Anna Gavalda

La autora francesa Anna Gavalda, autora de La amaba y Juntos nada más, ha sido contratada por la famosa marca de artículos de piel Just Champagne para publicitar algunos de sus artículos. Nacida en 1970 en Boulogne-Billancourt, París, Gavalda se hizo famosa con el libro de cuentos Quisiera que alguien me esperara en algún lugar, traducido a 19 idiomas y que lleva vendidos nada menos que 700 mil ejemplares solo en Francia. Gavalda es respetada, leída, admirada y ahora se convierte en deseada.
Hasta donde me da la memoria, es la primera vez que una firma de artículos de piel contrata a una escritora como imagen de sus productos. En este blog habríamos preferido ver a Siri Hustwedt en esos trajines, pero, viendo las cosas con calma y con ojo crítico, Anna no está para nada mal en ese papel.

miércoles, octubre 25, 2006

La máquina de triturar niñas

Por regla general, cuando pensamos en literatura negra se nos vienen a la cabeza imágenes de homicidios, asesinos a sueldo, trampas mortales, crueles palizas, vale decir, todo un tufillo a sangre y violencia que deja los nervios de punta al común de los lectores. Tonino Benacquista quiebra la norma con el excelente volumen de cuentos La máquina de triturar niñas, que reúne quince textos a la vez muy negros, muy divertidos y muy ingeniosos. Si por el título piensa que el libro le brindará torturas o masacres, vaya dándose por mal servido. Ninguna niña es martirizada ni mucho menos. Encontrará, eso sí, personajes y situaciones increíbles: una actriz que envenena a su amante actor para que aprenda a representar la muerte, una Feria del Crimen que tiene a feroces homicidas como panelistas, un policía encargado de atrapar a un asesino de repartidores de pizza o un suicida que prolonga su muerte para escuchar al vecino que toca pésimamente el violonchelo.
En todos los relatos existe un toque absurdo o tirado de los pelos que funciona como motor argumental. Sin embargo, Benacquista se las ingenia para desarrollar sus tramas de manera verosímil y, lo que no es poco mérito, las transporta a un final mucho más sorprendente que el esperado.
La prosa no es bella ni artística. Benacquista prefiere la lectura fácil, el coloquialismo, y escribe sus quince cuentos en primera persona. El detalle no contendría ningún problema, salvo que el autor hace hablar a todos sus personajes de la misma manera. Un actor, un policía y un parrandero tienen casi el mismo léxico. El inconveniente se acentúa cuando leemos una traducción como la que cayó en mis manos, de la editorial Lengua de Trapo, con muchas “hostias”, “chismes”, “vales” y cuanto españolismo pueda imaginarse en cada uno de los textos.
De todos modos, La máquina de triturar niñas es un libro muy parejo, con por lo menos seis cuentos sobresalientes: “El balcón de Romeo”, “Secuencia lógica”, “El único tatuador del mundo” (un impecable relato corto), “Pizza de Italia”, “Réquiem junto a un techo” y, mi preferido, “El cultivo de la palmera del aceite en el Congo Belga”, acerca del autor de un manual de sembrado que sin querer publica la fotografía de un árbol que esconde un tesoro.
Leí por ahí que Benacquista es un autor de culto en Francia, donde nació en 1961, hijo de emigrantes italianos. Su novela Saga ha sido aplaudida por el público y la crítica. Benacquista abandonó sus estudios de cine para dedicarse a la literatura y en el camino tuvo que subsistir con empleos poco apreciados, pero que, en vista de los resultados, bien valieron el esfuerzo.

jueves, octubre 19, 2006

Paul Auster: "Escribiendo he aprendido lo imbécil que soy"

Paul Auster, como cada vez que opina sobre el acto de escribir, hizo ayer en Oviedo unas declaraciones bastante llamativas. Auster dijo que escribiendo solo ha aprendido a saber “lo imbécil” que es, y que no es fácil crear una novela, “porque en el transcurso de la misma uno comete tantos errores, escribe frases tan malas o rechazas tantas cosas que has escrito que acaba siendo un arte o una profesión muy humilde”.
En el diario La Vanguardia, de donde recojo estas palabras, se indica que para el escritor la literatura es “algo muy serio”, pero “eso no quiere decir que no sea divertida o que no se pueda disfrutar con ella”.
Como se sabe, Auster está en España para recibir el Príncipe de Asturias de las Letras 2006, un premio que, según confesó, “desconocía siquiera que estaba propuesto”.

sábado, octubre 14, 2006

Toda la sangre

También en Somos aparece una entrevista de Alonso Rabí a Gustavo Faverón, con motivo de la publicación de la antología Toda la sangre en la editorial Matalamanga. Aquí tienen un extracto:
¿Cuáles fueron tus criterios para antologar estos relatos?
Uno ha sido la variedad: he tratado de que queden representadas todas las vertientes creativas posibles. Pero esta es una selección literaria, no una reunión testimonial. Hay relatos de muy baja calidad estética y mucho interés documental: he prescindido de ellos, no por menosprecio (serían dignos de una antología diferente), sino porque mi selección quiere observar precisamente las respuestas estéticas y creativas, las reacciones del lenguaje literario ante una experiencia límite como fue la de la violencia político-social, y la reacción de los escritores en tanto artistas e intelectuales.
(...) En la antología hay textos que podrían considerarse abiertamente senderistas, como el cuento de Hildebrando Pérez Huarancca, quien comandara la matanza de Lucanamarca. ¿Fue difícil asumir distancia frente a un texto como este para incorporarlo al conjunto?
El texto de Pérez Huarancca es de 1974 y no toca explícitamente el asunto de Sendero, pero sí es una dramatización narrativa del lema maoísta de "incendiar la pradera". Lo importante de este relato es que refleja el nivel de desesperación de cierta población andina, dispuesta a arrasar con justos y pecadores si eso era necesario para cambiar su situación. Ese fue el caldo de cultivo del senderismo, y en Pérez Huarancca se intuye nítidamente. Yo creo que es imperativo comprender ese abismo radical para entender que Sendero Luminoso no fue un fenómeno diabólico sino un fenómeno humano. No importa cuán terrible y tenebroso haya llegado a ser, tenemos el deber de entenderlo para eliminar la injusticia social que fue uno de sus orígenes.
(...) Esta antología indudablemente se vincula al informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), que aún recibe miradas de desdén.
La antología deja en claro por qué el Informe Final de la CVR es tan consensual entre los intelectuales y artistas del Perú: es difícil ser inteligente, sensible o siquiera ilustrado y despreciar la evidencia aplastante de nuestra desgracia social. Y nuestros escritores, como demuestra este libro, han estado permanente y lúcidamente preocupados por el problema desde hace décadas. El asunto es que nuestros políticos no son inteligentes, sensibles ni ilustrados. A ellos este libro les parecerá tan despreciable como el Informe Final de la CVR (...).

Puta linda en Somos

La revista Somos, que no tiene versión on line, publica hoy una entrevista a Fernando Ampuero, acerca de la publicación de Puta linda. Transcribo algunas preguntas:
(...) ¿Te inspiraste en alguna experiencia personal?
Toda la literatura procede de experiencias personales. Vivir o imaginarnos cosas son dos tipos de experiencias personales. De cualquier forma, quiero hacer una confesión: pocas veces he sido tan feliz como cuando trabajaba en este libro. Hablo de la felicidad que me proporciona escribir una historia que trasunta un inocente buen humor, y hablo también de esa felicidad llena de remordimientos, que es de hecho la mejor manera que tenemos de sentirnos felices, ¿no? Puta linda es mi novela más honesta.
(...) ¿Y por qué elegiste como personaje a una prostituta?
Por dos razones. Primero, una prostituta cabal inspira respeto (por lo menos a la gente de mi generación). Segundo, una puta tiene calle, experiencia, capacidad de supervivencia. Por eso me gustaron siempre los personajes de las películas de Fellini y de Fassbinder, y esa puta maravillosa que Shirley Mac Laine en Irma, la dulce, la película de Billy Wilder.
(...) ¿Es difícil el Perú como medio literario?
Afortunadamente no todo lo determina el medio literario. También cuentan los lectores. Y estos se guían por los que les gusta, no por lo que les dicen. Ser escritor en el Perú es un acto de fe. El mercado es pequeño, los enemigos son muchos y el éxito editorial, si uno lo consigue, se convierte en pirateo o, peor aún, en una fuente de cizaña. Quienes hacen aquí literatura saben que se encuentran en territorio comanche. Pero, bueno, yo soy terco. Gracias a Dios nos quedan los lectores fieles y los reseñistas que no están envenenados. En suma, escribir Puta linda, lo juro, ha reforzado mi fe. Ojalá les guste como a mí.

martes, octubre 10, 2006

Los detectives salvajes y Desgracia

La edición 150 de Letralia trae los resultados de la encuesta "Los mejores libros de la década". El triunfo de Roberto Bolaño fue apabullante: primer lugar para Los detectives salvajes y segundo para 2666. La fiesta del Chivo se encuentra en tercer puesto. Vargas Llosa es mencionado también por la excelente Travesuras de la niña mala. Alfredo Bryce aparece con La amigdalitis de Tarzán y El huerto de mi amada. Otros libros peruanos citados son Casa de Islandia de Luis Hernán Castañeda, El misterio del capital de Hernando de Soto, La mujer de mi hermano de Jaime Bayly y Luz de limbo de Víctor Coral.
Mi voto, como dije semanas atrás, fue para La fiesta del Chivo. Prefiero al mejor Vargas Llosa que al mejor Bolaño. En fin, es de caballeros defender las causas perdidas. Transcribo los primeros lugares a continuación. La lista completa puede verse aquí.

Con 28 votos:
Los detectives salvajes, Roberto Bolaño (1998)
Con 12 votos:
2666, Roberto Bolaño (2004)
Con 6 votos:
La fiesta del Chivo, Mario Vargas Llosa (2000)
Soldados de Salamina, Javier Cercas (2001)
Con 3 votos:
Delirio, Laura Restrepo (2004)
Historia universal de la destrucción de los libros, Fernando Báez (2004)
La sombra del viento, Carlos Ruiz Zafón (2002)
Tu rostro mañana, Javier Marías (2002, 2004)
Con 2 votos:
Sefarad, Antonio Muñoz Molina (2001)
Travesuras de la niña mala, Mario Vargas Llosa (2006)

Por otro lado, The Guardian consultó a 150 personajes ligados a la literatura, para elegir a la mejor novela británica, irlandesa o del Commonwealth de los últimos 25 años. El sondeo es similar al organizado por Sam Tanenhaus, editor de The New York Times, que designó a Beloved de Tony Morrison como la mejor obra de ficción estadounidense del último cuarto de siglo.
The Guardian eligió a Desgracia, el libro de J. M. Coetzee acerca del profesor involucrado con una de sus alumnas, que retrata de manera notable el clima político y social de la Sudáfrica actual. Los primeros diez lugares fueron:
1. Desgracia, J. M. Coetzee (1999)
2. Dinero, Martin Amis (1984)
3. Poderes terrenales, Anthony Burgess (1980)
. Expiación, Ian McEwan (2001)
. La flor azul, Penelope Fitzgerald (1995)
. Los inconsolables, Kazuo Ishiguro (1995)
. Hijos de la medianoche, Salman Rushdie (1981)
8. Los restos del día, Kazuo Ishiguro (1989)
. Amongst Women (1990) y That They May Face the Rising Sun (2001), John McGahern

lunes, octubre 09, 2006

Entrevista a Thays en El Mercurio

Ayer en el diario El Mercurio apareció una entrevista a Iván Thays, con motivo de la presentación de la antología Pasajeros perdurables en la Feria de Santiago que se inaugura este 24 de octubre.
Copio dos respuestas interesantes:
Pasajeros perdurables habla más del exilio que de viajes turísticos o de negocios. ¿Es necesario irse de Perú para ser escritor?
Creo que el exilio es un tema vital en la literatura peruana, que no solo está presente en la mayoría de los escritores interesantes, sino que muchos de ellos cuando hablan de ese tema alcanzan su mayor intensidad. Por ejemplo, en los cuentos de Ribeyro o de Cueto la anécdota podría ocurrir en el Perú perfectamente, pero al suceder en el extranjero uno presiente que el tema es más dramático porque pone énfasis en la soledad del exiliado, en la necesidad de compartir con los iguales algo que no se puede expresar con palabras. Sin embargo, no todos los escritores peruanos trascendentes vivieron en el exilio. Arguedas no lo hizo.
¿Son Vargas Llosa y Bryce Echenique unas sombras enormes para los autores jóvenes?
La influencia de Vargas Llosa sólo puede haber sido una sombra para sus contemporáneos. Pero la mayoría de los escritores que hemos venido después recibimos su influencia más como una inspiración. Probablemente, por su manera de ser y por la trabajada estructura de sus obras, su imagen es la de un escritor que se ha hecho a sí mismo y no la de un "genio" que brotó por generación espontánea. La admiración que se tiene por Bryce es mucho menos distante, más confianzuda, si la comparamos con la que se siente por Vargas Llosa. En cuanto a su influencia, creo que su sentido del humor ha dejado una huella claramente identificable en nuestra narrativa.
El texto completo aparece en el primer comentario de este post.

viernes, octubre 06, 2006

La habitación del suicida

El lunes 9 de octubre a las 8 de la noche se realizará un coloquio sobre La habitación del suicida, de Miguel Ruiz Effio, libro que obtuvo una mención honrosa en el V Concurso Nacional de Cuento 2004 de la Asociación Peruano Japonesa. Ruiz Effio, además, ha sido distinguido en diversos certámenes literarios, entre los que resalta el ser finalista de la XII Bienal de Cuento “Premio Copé 2002”.
De La habitación del suicida recomiendo la tensa prosa de “Sala de espera” y muy especialmente el misterio de “Derechos de autor”. Quienes aún no han leído a Miguel pueden comenzar a hacerlo en este link del relato “El último refugio”.
El lugar escogido es el Centro Cultural de España (calle Natalio Sánchez 181, Santa Beatriz). Los comentaristas serán Pedro Llosa Vélez, Gabriel Ruiz-Ortega y Harold Alva, director de la editorial Zignos, encargada de la bella edición de este volumen.

jueves, octubre 05, 2006

Sapo verde

¡Lado B cumple un año hoy!
Un año de escritoras guapas, dedicatorias de libros, plagios, primicias literarias, novelistas fumadores, franelas, maletas, timbas, fideos letritas, malos pronósticos de fútbol, versos peloteros, rock, Padma Lakshmi, encuestas, suicidios, manuscritos perdidos y, last but not least, comentaristas ilustres (como por ejemplo la señorita Norma Tinoco, así, sin diminutivos confianzudos).
¿Qué más se puede pedir en un año?

miércoles, octubre 04, 2006

Jaque a los libros

La última edición de Qué Leer trae un interesante artículo titulado “Jaque a los libros”, acerca de los autores que han escrito sobre el ajedrez o que han sido devotos aficionados a este juego. En este recorrido se nombra a Disciplina de Clericalis (siglo XII), de Pedro Alfonso, “donde la destreza en el tablero se contaba entre las siete cualidades del caballero perfecto”. Un siglo después, en 1283, Alfonso X el Sabio publicó “el mejor libro medieval de juegos”: Libro del ajedrez, dados y tablas.
La excursión continúa en el siglo XX, con la mención a La defensa de Nabokov, Alicia a través del espejo de Carroll, el ensayo El jugador de ajedrez de Maelzel de Poe, “Cartas de mamá” de Cortázar, y La tabla de Flandes de Pérez-Reverte, novela que incluye estos famosos versos de Borges: “Dios mueve al jugador, y este, la pieza / Qué dios detrás de Dios la trama empieza”. De igual modo, la antología Cuentos de ajedrez (Páginas de Espuma) incluye textos de Rodolfo Walsh y Cristina Peri.
El artículo cuenta también que Leopoldo Alas, Clarín, era un mal perdedor y tiraba el tablero cuando caía su rey. (Si no voy mal, creo que Ribeyro era un consumado ajedrecista). Raymond Chandler (en la foto) era otro gran aficionado. En El largo adiós, el detective Philip Marlowe, en lugar de dedicarse a enamorar a Sylvia Lennox, se queda en casa jugando solo al ajedrez:
“Llené la pipa, coloqué las piezas y jugué una partida de campeonato entre Gortchakoff y Meninkin, setenta y dos movimientos hasta llegar a tablas, un ejemplo inapreciable de la fuerza irresistible que se encuentra con el objeto inanimado, batalla sin armadura, guerra sin sangre y derroche tan elaborado de inteligencia humana”.