jueves, marzo 16, 2006

De pie y en PC

Dos preguntas que habitualmente han aburrido o incomodado a los escritores son: “¿Por qué escribe usted?” y “¿Cómo escribe usted?”. A pesar de la molestia, muchos autores han dejado respuestas más que interesantes. Alfonso Reyes, por ejemplo, confesó que escribía de pie y que paseaba por su despacho para pensar y retomar el ritmo de la escritura. Es bastante conocido también que Hemingway escribía de pie, siempre a máquina y nunca sin zapatos. El viejo Hem corregía con gruesos lápices de color, entre cinco y ocho en total.
Henry Miller decía que la máquina de escribir obraba como un estímulo para él. T. S. Eliot escribía a mano y su esposa le mecanografiaba sus trabajos. Cortázar escribía en cualquier lugar: hoteles, aviones, casas de amigos. Rayuela, por ejemplo, fue redactada en bares y cafés. Octavio Paz (en la foto) tenía esa misma facilidad. “Se puede escribir poesía en cualquier momento, en cualquier parte”, dijo alguna vez. “A veces compongo mentalmente un poema en el ómnibus o caminando por la calle. El ritmo de la caminata me ayuda a acomodar los versos”. Paz escribía a mano y antes de mecanografiar pasaba largas horas de corrección. Neruda afirmaba que la poesía escrita a mano era “más natural”. Roberto Bolaño también escribía poesía a mano. Para lo demás usaba una “vieja computadora de 1993”.
Kafka escribía a mano en tiempos en que la máquina de escribir era mirada con recelo por los escritores. En un reciente artículo de Edmundo Paz Soldán, acerca de El último lector, un libro de ensayos de Ricardo Piglia, se pueden leer algunos detalles sabrosos de Kafka, como, por ejemplo, que se fijó en Felice al conocer que era mecanógrafa y podía ayudarlo a transcribir sus manuscritos. También se descubre que Nietzsche estaba orgulloso de ser el primer filósofo que escribía a máquina, e incluso que algunos especialistas han detectado en ese detalle el origen de su estilo aforístico.
Sebald, fanático de la escritura a mano, dijo: “Cada vez me convenzo más de que la capacidad de escribir podría desaparecer social o culturalmente. Entre más traquetee la gente en sus cajas de traqueteo...”.
En un blog de adoradores de Thomas Pynchon encontré esta rareza: “Siempre me lo he preguntado. ¿Pynchon escribe a mano o a máquina? ¿Pasó de la Underwood al Windows o nunca le dio a las teclas? ¿Se quedó quizá en la pluma o prefiere un buen lápiz de mina negra y roma? Si se quedó en la pluma, debe de ser uno de los mayores compradores de cartuchos de tina de Manhattan. Si se pasó a la tecnología de Sillicon Valley, su impresora debe de echar humo”.
Sherlock Holmes, el personaje de Conan Doyle, dijo algo que llama la atención en estos tiempos de computadoras e informática: “Resulta curioso el que las máquinas de escribir den a la escritura tanta individualidad como cuando se escribe a mano. No hay dos máquinas de escribir iguales, salvo cuando son completamente nuevas. Hay unas letras que se desgastan más que otras, y algunas de ellas golpean solo con un lado”.
Por cierto, García Márquez usa Mac, lo mismo que Alberto Fuguet. La mayoría de escritores emplea PC.
Para finalizar, dejo el link de una entrevista solo para interesados en el tema. Jacques Derrida habla únicamente sobre sus hábitos al escribir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

amigo no se quien pudo crear semejante pagina ,dan pena por todas las barbaridades q dicen.ya quisiera verte cargando una carretilla con concreto en pleno sol y que no te paguen o vendiendo fruta y q la policia te quite tus productos .