Luego de muchas postergaciones he empezado a leer Los detectives salvajes de Roberto Bolaño.
La historia de los supuestos personajes principales, Belano y Lima, es vista por los ojos de sus conocidos, especialmente por el joven poeta Juan García Madero. El estilo es tempestuoso y por momentos desordenado, pero es precisamente esa abundancia o pirotecnia verbal el encanto verdadero del libro. Los detectives salvajes, hasta el momento, puede leerse también como una reflexión sobre la literatura, realizada al ritmo torrencial y adolescente de las acciones.
Hasta ahora, estupenda, realmente estupenda.
3 comentarios:
ya vas a ver cuando aparezca el peruano...es un chongo...y el final del libro es de quitarse el sombrero...
Leí esta novela en el verano de 2003 y me entusiasmó. Este año la he puesto en el programa de lectura de mis alumnos de Literatura Universal de 2º de Bachillerato. Ha sido un acierto, porque a ninguno le está dejando indiferente.
Este libro es una verdadera adicción, casi una necesidad física de tener que leer un trozo diario, de lo contrario he sentido un vacío personal.
La estoy leyendo de nuevo desde julio 2006.
Simplemente genial
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