martes, octubre 11, 2005

Vargas Llosa en escena


En “La verdad de las mentiras”, el último artículo que ha publicado en El País, Mario Vargas Llosa cuenta una historia exquisita: su primera experiencia en las tablas a los 69 años. La idea empezó a germinar hace algún tiempo, en Turín, cuando se entrevistó con Alessandro Baricco y conoció el espectáculo que este había montado en la ciudad: el autor de Seda aparecía en las tablas acompañado por una actriz y leía fragmentos narrativos de sus autores predilectos.
La idea de esta puesta en escena atrajo a Vargas Llosa y le quedó revoloteando en la cabeza durante unos años. Incluso cometió el atrevimiento de proponerla al Ayuntamiento de Barcelona, que iba a lanzar un programa de fomento a la lectura por el cuarto aniversario de la publicación de El Quijote. Contra todo pronóstico, el proyecto fue aprobado y Vargas Llosa inició sus trabajos de inmediato. Lo primero que hizo fue escoger sus lecturas. Naturalmente, el invitado de honor debía ser Alonso Quijano, que tendría una compañía soberbia: “Una rosa para Emily” de Faulkner, “El mono” de Dinesen, “El infierno tan temido” de Onetti y “El Aleph” de Borges. A continuación, eligió a la estupenda actriz Aitana Sánchez-Gijón como su acompañante en el escenario. Finalmente, efectuó el paso más espinoso: se convirtió en un narrador de cuentos sin guión memorizado y con espontaneidad absoluta.
Según parece, su actuación durante dos noches en el teatro Romea de Barcelona fue un éxito total. Asistieron Carmen Balcells y Alfredo Bryce Echenique. En fin, toda una delicia. ¿Alguien puede imaginar un espectáculo semejante en Lima?
En este link se puede ver a Vargas Llosa en un pequeño papel durante la filmación de Pantaleón y las visitadoras, la película que él mismo dirigió, en 1975, en República Dominicana.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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