Con un provocativo inicio en el prólogo ("Al parecer, solo existe una forma de ser escritor peruano: vivir en el exilio"), Iván Thays ha publicado la antología Pasajeros perdurables. Historias de escritores viajeros, un conjunto de cuentos de narradores peruanos ambientados en el extranjero. Se trata entonces de una antología temática, como Cuentos limeños de Luis Fernando Vidal (con relatos sobre la capital) o En el camino de Guillermo Niño de Guzmán (con autores de la década de 1980). En una reciente entrevista a Expreso, Thays menciona a cinco autores que por distintas razones ha debido omitir en su selección: Edgardo Rivera Martínez, Oswaldo Reynoso, Enrique Prochazka, Hernán Castañeda y Marco García Falcón, autor de París personal. Además, he leído por ahí que Daniel Alarcón no es antologado por inconvenientes con los derechos de autor.
En el prólogo de Pasajeros perdurables, Thays señala que ha omitido a Mario Vargas Llosa porque no tiene ningún cuento ambientado fuera del Perú. También deja de lado a Sebastián Salazar Bondy porque, según sostiene el antologador, los textos de Pobre gente de París no llegan a ser cuentos sino solo anécdotas de latinoamericanos en Francia. Esta apreciación me parece errada y, claro, injusta por motivos familiares. "Les créoles" y sobre todo "No hay milagros" son cuentos notables que podrían haberse incluido sin problemas en este volumen.
Los demás antologados incluyen a clásicos como Ribeyro, consagrados como Iwasaki, jóvenes como Ildefonso y hasta un delicioso hallazgo: Gastón Fernández. Thays eligió "La primera nevada" de Ribeyro ("cuento estupendo aunque traspapelado"), pero bien pudo optar por el magistral "La juventud en la otra ribera". De igual forma, quizá pudo preferir el divertido "Achtung Andalucía" de Rossana Díaz, en lugar de "Con Alfredo, en La Coruña". Y poniéndome exquisito, me habría gustado ver a "Encuentro con Alina" (el mejor texto breve que le he leído a Cueto) en lugar de "La batalla del pasado".
Al resto de relatos no le pongo objeción. Me quedo con "La segunda juventud" de Luis Loayza (el cuento de la antología), "El Benefactor" de Rodolfo Hinostroza, "Carta a París" de Guillermo Niño de Guzmán y "El derby de los penúltimos" de Fernando Iwasaki. Seguramente habría mencionado también a "Las fotografías de Frances Farmer", pero por un detalle de buen gusto no aparece en Pasajeros perdurables.
La Vaca profana a perpetrado una crítica demoledora contra el libro Pasajeros perdurables. Historias de escritores viajeros. Antologado por el escritor Iván Thays y publicado por Seix Barral. El crítico Gustavo Faveron, ha salido a hacerle frente y a discrepar con algunas ideas -aunque para Faveron,en muchos casos, no lo sean- que expone la Vaca y con las que, en las siguientes líneas, tengo que disentir.
ResponderBorrarPresiciones
Las impresiciones en las que cae Faveron son elocuentes. Sino veamos esto: "¿Y cuál es la razón contundente por la que se debería excluir a Cueto? Al parecer, que no es suficientemente jamesiano. Así de ridículo. ¿Y a Ampuero? Porque "renuncia a la alegoría, el símbolo o la urgencia explicativa de interés". Después de leer a la Vaca, ¿alguien puede pensar que ella excluye a Cueto por no ser lo suficientemente Jamesiano, y a Ampuero por no hacer uso de la alegoría o el símbolo?
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Así, cuando resalta la influencia de Henry James en el cuento de Alonso Cueto "La batalla del pasado" efectúa un acto de ironía involuntaria. James, bajo la superficie de una prosa meticulosa, consigue infiltrar el veneno de un erotismo sutil, en tanto más escondido más inquietante, que licua desde el silencio la castradora moral de su época. Si algo de erotismo existe en el cuento de Cueto, debe buscársele en el nivel de los quantas o de otras partículas subatómicas. Señalar la presencia de James en ese cuento -como el propio Cueto lo propone al caracterizar a su protagonista como un lector académico de este- es destacar cuánto fracasa "La batalla del pasado" en sus pretensiones de ser un relato jamesiano. Del mismo modo, valorar a Fernando Ampuero por "el regreso a las historias", como señala Thays en su prólogo, es ocultar que el límite y la efectividad del cuento "Kim Novak en París" se restringen a la anécdota, entretenida, como todas las del conocido periodista, pero que renuncia, sin ningún contrapeso compensatorio, a la alegoría, el símbolo o la urgencia explicativa de interés; a menos que se consideren novedosas e interesantes frases del tipo "el amor pierde a los amantes" o "el amor ha conducido a más de uno a la verdadera locura".
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Líneas después Faveron dice: "En un exabrupto alucinante, la ternera con lapicero dice que no incluir a Carlos Gallardo constituye un caso de censura. No sé en qué momento Gallardo se volvió un miembro incuestionable del canon nacional, pero sí sé algo sobre Gallardo que me permite ingresar en el tema central de mi comentario: Gallardo es el blogger inconsciente que administra un sitio web en el que está permitido escribir anónimamente lo que uno quiera: con su auspicio, hay en Internet, en su propia página, comentarios racistas, antisemitas, misóginos, degradantes, e incluso amenazas y defensas del genocidio, además de un sinfín de calumnias que Gallardo recibe gozoso y almacena para felicidad de todos los trogloditas cibernéticos" . Y en todo esto que, ¿dónde estan las razones estrictamente literarias para excluir a Gallardo de esta antología, para el crítico Faveron? Porque aunque insuficiente la Vaca si lo hace: "-uno de sus-cuento(s) - de Gallardo- es un complejo juego de intercambios sobre el nombre, la consistencia del yo como objeto público y su valor en el tiempo y el espacio".
La idea es descalificar al crítico para que su crítica no tengan el impacto deseado. Si estamos en desacuerdo con la Vaca en que las diferencias personales no deberian trascender ese espacio, también debemos decir lo mismo de Faveron que lo único que hace es acusar a la Vaca de formar parte de los denominados blogs basura.
Si someter la crítica a los designios de nuestros afectos es inadmisible, lo es por demás una antología de la que se presume es una selección de no sólo escritores, sino, de textos que en el tiempo demostraran porque pasaron al olvido o no.
Logue, saludos. No creo que "lo único" que haga Faverón sea "acusar a la Vaca de formar parte de los denominados blogs basura".
ResponderBorrarEstimado amigo:
ResponderBorrarsi te parecio que este libro debio incluir a fulano y no a zutano... te recomiendo una cosa: Hazlo tu.
Es el mejor modo de luchar contra algo que no te parece bien del todo.
Asi seremos todos mejores peruanos cada dia y tal vez, en muchos años mas, podamos saludarnos y felicitarnos y sobre todo reconocer los meritos del otro.
Daniel, tienes razón. Voy a hacer una antología para que me saluden y me feliciten, y sobre todo para ser buen peruano.
ResponderBorrarDe cuando aca ser "modesto" es tener buen gusto? Pero a mi también me encanto "La Segunda Juventud"
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