lunes, noviembre 07, 2005
¿Argüedas con diéresis, Garcilazo con zeta?
¿Quién no ha descubierto alguna vez, en diarios o revistas, una errata lamentable como “Julio Ramón Ribeiro” o “César Vallejos”? Este tipo de gazapos son siempre molestos pero en cierto modo comprensibles, debido a la premura de tiempo en los cierres de edición de las publicaciones periódicas. Naturalmente, no solo los medios escritos cobijan los maltratos del idioma. Hasta los más respetables comentaristas de radio y televisión son proclives a equivocarse y de hecho se equivocan.
Pero lo que resulta realmente intolerable es que una institución educativa como la Universidad del Callao presente errores tan vergonzosos como los que constan en su prospecto de admisión de este año. En una sola página, la correspondiente al cuestionario de Literatura, se puede leer: Pérez Galdos en lugar de Pérez Galdós, Moliere por Molière, Gonzáles Prada por González Prada y José Marti por José Martí.
Garcilaso de la Vega, el poeta español, se escribe como Garcilazo de la Vega, con una zeta que haría sonrojar a cualquier estudiante de primaria. Nuestro Garcilaso (en la foto), el Inca, sí está bien escrito, sin duda más por un golpe de suerte que por verdadero conocimiento. La Universidad del Callao ha inventado además a un escritor romántico argentino llamado José Hernandos. Evidentemente, se trata de José Hernández, el famoso autor de Martín Fierro. Pero esto no es nada. El desliz que más enfurece es el referido a José María Arguedas, cuyo apellido aparece como Argüedas, con diéresis. En este caso no cabe disculpa alguna. ¿Cómo es posible que una universidad peruana cometa semejantes desatinos? ¿Resulta muy caro contratar a un corrector calificado? ¿O la Universidad del Callao piensa que es un gasto innecesario?
Se podría sospechar que a los postulantes a carreras de ciencias y números no les interesan estos detalles. Este argumento solo es válido si se quiere educar a ingenieros o científicos sin ninguna formación humanista. En el Perú ya sabemos lo que esto puede acarrear. Durante diez largos años tuvimos como presidente a un ingeniero que se enorgullecía de no haber leído un solo libro en su vida. Y ya sabemos qué política cultural y qué desastres propició en ese periodo el dictador de origen japonés, felizmente ya capturado.
El nombre del poeta renacentista se escribe Garcilaso, no Garcilazo.
ResponderBorrarExpresé mal mi comentario. Veo que Ud. no se refiere a cómo se debe escribir, sino a cómo ha sido escrito. Es lamentable, de verdad que las universidades cometan estos errores.
ResponderBorrarDaniel, por poco lo pillo. Tiene razón, es lamentable que esto ocurra.
ResponderBorrarlamentable, si, porque lo que dices es muy cierto, aca se toman las ciencias humanas y las ciencias naturales y exactas como estudios absolutamente independientes uno del otro.
ResponderBorrarpara variar el perú lleva años de atraso respecto a la ciencia moderna y la gente de ciencias, en su cerrada soberbia de quien cree que le basta y le sobra lo que ha estudiado, menosprecia el aprendizaje de las ciencias huamanas.
otro factor es la negligencia, a lo mejor no es que las menosprecien conscientemente, sino que simplemente nadie se interesa por ese pequeño pero gran detalles de la ortografía.
un amigo me contaba que en su colegio el instructor pre-militar, un cachaco de cabeza dura, cometía unas faltas imperdonables al hablar, pero cuando intentaban coprregirlo vociferaba: "¡sooooy profesor militar no de lengua!"
Danielito, a leer primero, comentar luego. Y todos tienen razón: muy lamentable.
ResponderBorrarSolo para contarles que en algunas universidades de España- sea cual fuere la carrera que sigas, si tienes faltas de ortografía en algún exámen escrito te restan puntos en tu calificación final. Me parece una idea genial que quizás algunos profesores universitarios ya podrían ir aplicando en Perú. No nos neguemos a todo lo que sea mejorar. Saludos desde Madrid.
ResponderBorrarANA
Ana, está usted reprobada. Ha escrito "examen" con tilde.
ResponderBorrarmejor digo, practicar el idioma español correctamente; que si algo se me pega, en la curva del olvido lo pierdo, vale la pena. si, para no olvidar lo correcto, tan breve vida tenemos, porque no disculpar un hierro o ierro no lo recuerdo, o tal vez es yerro. tan poco tiempo he tenido para practicar el idioma, disculpen, pero no lo lamento,la supervivencia es lo primero.
ResponderBorrarerrar o errata
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