La revista Sight and Sound le preguntó en 1952 por sus diez películas favoritas. Esta fue su lista:
- El acorazado Potemkin (Eisenstein, 1925)
- Avaricia (Stroheim, 1923)
- Varieté (Dupont, 1925)
- La quimera del oro (Chaplin, 1924)
- Y el mundo marcha (Vidor, 1928)
- La gran ilusión (Renoir, 1937)
- El delator (Ford, 1935)
- Ninotchka (Lubitsch, 1939)
- Los mejores años de nuestra vida (Wyler, 1946)
- Ladrón de bicicletas (De Sica, 1948)
Brown: —Hablé con mamá. Se puso tan contenta que hasta lloró. Quiere que lleves su vestido de novia. Es de encaje.
Lemmon: —Eh, Osgood, no puedo casarme con el vestido de tu mamá. Ella y yo no tenemos el mismo tipo.
Brown: —Podemos arreglarlo.
Lemmon: —Oh, no hace falta. Osgood, debo ser sincera contigo. Tú y yo no podemos casarnos.
Brown: —¿Por qué no?
Lemmon: —Pues primero porque no soy rubia natural.
Brown: —No me importa.
Lemmon: —Y fumo. ¡Fumo muchísimo!
Brown: —Me da igual.
Lemmon: —¡Tengo un horrible pasado! Desde hace tres años estoy viviendo con un saxofonista.
Brown: —Te lo perdono.
Lemmon: —Nunca podré tener hijos.
Brown: —Los adoptaremos.
Lemmon: —No me comprendes, Osgood. (Se quita la peluca). Soy un hombre.
Brown: —Bueno, nadie es perfecto.
1 comentario:
Wilder es lo máximo. Con pocos directores he tenido la sensación que no falla ni una sola (bueno no he visto todo) Aunque es dificil tratar de aportar algo nuevo cuando escribimos sobre él.
saludos
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